Mirabay Montoya
“Mi primer contacto con la música fue en el líquido amniótico con mi mamá”
Entre risas sostiene su comentario, “sí, es verdad.” A Mirabay Montoya la música la eligió. “Me atrapó.”
Mirabay Montoya, hija de la única pianista negra de Suramérica, Teresita Gómez, habla acerca de su carrera musical y la música en la actualidad.
¿A qué edad exactamente inició su vida artística?
A los siete años empecé oficialmente con los coros de la ópera de Colcultura, en 1977, con una obra que se llama Carmina Burana de Carl Orff, esa fue la primera ópera que canté en la vida.
De alguna manera entonces su carrera artística estuvo influenciada por su madre.
Por mi mamá y por mí. Mi mamá nunca nos ha inculcado nada, como persona libre que es nunca nos coaccionó estudiar nada. Inicialmente yo no iba a ser música, yo iba a estudiar derecho internacional en la universidad Humboldt de Alemania. Yo siempre hice música, pero pensé que como carrera no era bueno. Pasé a derecho, pero una vez estuve por el conservatorio de Berlín occidental y me presenté y pasé, entonces mi vida cambio, lo hice por chiste, me tocaba ser música, muchas personas encuentran la carrera, otras nacemos en el espacio y la vida siempre nos va a llevar a eso, mi amor por la música me atrapó.
¿Cuál ha sido su recorrido por la música?
Yo empecé con la ópera, luego me incliné por el folclor cubano, luego el folclor colombiano, siendo corista de Totola Momposina, en Europa. Ya después me dediqué realmente a la salsa y a los ritmos caribeños, sin contar que me apasiona el jazz, he hecho funk, electrónica. Es que yo no puedo hablar de una tendencia porque yo no soy un producto, yo soy música y un músico tiene que saber de todo. Me dedico en la actualidad al bolero filin.
¿Por qué especialmente ese género?
Porque es uno de los géneros musicales más difíciles a nivel de interpretación, un bolero es lo más cercano en la música popular que hay a la ópera. Porque el bolero tiene líricas hermosas, que son románticas, que son poesía, no son escritas al azar.
¿Desde cuándo se empezó a dedicar a la enseñanza?
Hace doce años. Cuando uno critica, y ve muchas falencias en el entorno, sobre todo en la música popular, y uno tiene herramientas, uno no debe criticar, uno debe aportar. A mí me parecía que no había artistas completos, que sepan leer, interpretar. Conociendo mi país y su subdesarrollo, quise hacer algo y puse en práctica lo que aprendí.
Conociendo entonces a muchas personas, ¿sabe la gente porque se interesa por el canto?
Normalmente la gente se interesa en el canto no por la música, ni por la voz. La gente se interesa en el canto porque está de moda, y porque piensan que es fácil, toda moda es pasajera, ahora todo el mundo cree que puede ser cantante, la gente solo quiere cantar para ser famoso y tener una isla en las Bahamas, no porque les cause un placer, sino por lo que la música les va a proporcionar, no por vocación.
¿Le parece entonces que la música se ha vuelto más un asunto económico que de pasión?
Lo que pasa es que la música en países como el nuestro, al igual que el futbol, y otras carreras que se ponen de moda por el éxito que tienen nuestros coterráneos en el exterior, las personas siguen esos modelos. Pero no tienen en cuenta lo que ese personaje ha tenido que sufrir o ha tenido que hacer para llegar a la instancia actual. Por ende todo el mundo ve el resultado final del sacrificio, pero no está en la capacidad de sacrificarse por ello. No es como antes que veíamos a unos Beatles, unos Rolling Stone, que por muy populares que fueran, se veía un trabajo de fondo, que habían sacrificado sus vidas para y por la música. La industria de la música se ha encargado de hacernos creer que es fácil hacerlo, no es así.
¿Qué diría usted de la diferencia entre artista y producto musical?
Ahora ya la música se divide en productos y en músicos. Los productos son cosas pasajeras y como su nombre lo indicia, ni siquiera tiene que tener gran profundidad en los conocimientos musicales, los músicos somos aquellos que damos nuestra vida por y para el arte, que es nuestra vocación, así no ganemos dinero y no tengamos reconocimiento en el transcurso de nuestra vida. Ahí empieza realmente lo que es la vida de un músico que puede pasar hambre y frio sin desistir de su profesión. Un producto es aquel al que se le invierte dinero y en el momento en el que se le deja de invertir, desaparece. Significa que no hubo trayectoria, investigación y no hubo una sustentación del trabajo que se hizo.
Entonces, ¿los cantantes actuales son realmente talentosos y profesionales o son productos como dice?
Desafortunadamente son muy pocos en nuestro país, y la mayoría de las cosas que escuchamos en radio son muy malas, no estoy diciendo que todas. Las letras no tienen ningún tipo de sintaxis, no tienen trabajo armónico ni melódico. Todas son muy parecidas, porque necesitamos un efecto repetitivo. Me duele decirlo y no es que todo me parezca malo, sino que si se entra en un análisis profundo musical uno se encuentra con esto.